No hay nada como los relatos de otros viajeros para inspirarte. Cuando estés en casa deseando poder estar de viaje, o cuando esté en un viaje cuestionándote porqué dejaste la comodidad de tu hogar, sumérgete en estas historias de experiencias de viaje que cambian la vida, hermosos relatos de cómo un viaje puede transformarte.
Estoy segura de que mis lectores habituales están acostumbrados a mis referencias a experiencias de viaje. Pero para los que están descubriendo esta pequeña ventana a mi alma llamada Experiencing the Globe, puedes ver que todo comenzó con una bucket list de –sorpresa, sorpresa– todas las experiencias de viaje que quiero tener alrededor del mundo.
La lista es mi objetivo en la vida, así que viajo lo más que puedo. Cuando estoy en casa entre viajes busco inspiración en las historias de otros viajeros. He leído tantos libros sobre viajes como he podido conseguir. Y recientemente llegó a mis manos Lonely Planet’s Travel Goals: Inspiring Experiences to Transform Your Life (Metas de viajes: Experiencias inspiradoras para transformar tu vida de Lonely Planet).
Me hizo pensar en mis propias experiencias de viaje que me cambiaron la vida. Como mi transformación en una viajera sostenible después de comprender plenamente lo que eso significaba para el planeta y la vida en él. Tengo que agradecer a un viaje al Caribe por esto. O el primer viaje que hice sola, cuando empecé a poner a prueba mis límites, el que me empoderó y me abrió los ojos a un nuevo mundo de posibilidades. Estoy muy feliz de haber elegido Italia, un destino increíble para explorar en solitario. O cómo reafirmé mi fe en la bondad humana después de pasar un mes en Irán, conociendo a las personas más amables con las que me he encontrado. Y la experiencia de viaje que más literalmente cambió mi vida, venirme a vivir a Croacia después de conocer al amor de mi vida en este hermoso país que ahora llamo hogar.
El libro también me animó a preguntar a otros viajeros si tenían una historia de sus propios viajes que haya cambiado sus vidas de una manera u otra. ¡Qué relatos más lindos que recibí! Simplemente, algunas de las mejores historias que cambian la vida, que te inspirarán a viajar.
Historias de experiencias de viaje que cambian la vida que te inspirarán a viajar
Coleccionar experiencias, no contar países
Quiero comenzar esta serie de relatos con uno mío. Como ya conté, muchos aspectos de mi vida han cambiado con los años debido a experiencias de viaje, pero sobre el que quiero hablar es aquel que definió lo que mi vida sería. Viajar no me ha cambiado, me ha hecho. Es quien soy. Muchos viajes al sur de Chile me mostraron hacia donde iba. Esta es la historia de cómo me convertí en la persona que soy hoy:
Mis papás me llevaron a acampar a los lagos del sur de Chile cada verano cuando niña. Esto fue en una época oscura, antes de internet. En esos tiempos teníamos que organizarnos con mapas y guías de rutas (chilenos, ¿se acuerdan de la turistel?). Así que durante las interminables horas de viaje en la carretera, me mantenía entretenida mirando mapas, leyendo sobre los pueblos que pasábamos, y convenciendo a mis papás de que nos desviáramos para visitar algún lugar que me había llamado la atención.
Durante un viaje les conté que había decidido que quería ir a todos los lugares del mundo. Después de un rato riéndose, mi papá me contó sobre el Travelers’ Century Club (TCC), un grupo para personas que han visitado 100 ó más de los países y territorios del mundo. Mis ojos brillaron con la idea de ser miembro, así que se transformó en mi meta.
Obviamente, comencé a pedirles que fuéramos a otro país en vez de al mismo Parque Nacional que siempre visitábamos. Se rieron de nuevo –conscientes de que habían creado un monstruo– y me ofrecieron un punto medio: me llevarían a nuestra vecina Argentina, mi primer viaje al extranjero, pero yo me comprometía a ver más de mi propio país antes de iniciar mi aventura de visitar otros cien. Acepté feliz.
Lo que inmediatamente noté fue que –por mucho que quería ser parte del TCC– las principales razones para viajar deberían girar en torno a lo que obtendré de ese viaje –ya sea conocer gente local, probar la comida típica, explorar la naturaleza, o aventurarme en alguna actividad– no debería ser solo contar países. Sé que el “¿por qué viajar?” es super personal, pero tiquear países en una lista solo porque pusiste un pie en ellos me parece una experiencia vacía.
¿Por qué la gente viaja? Bueno, hay tantas razones como gente que viaja, pero incluso si es para broncearte con un cóctel en la mano, ese viaje siempre será parte de tu historia, así que debes disfrutarlo lo más posible.
Después de visitar cada una de las regiones de Chile, empecé a viajar al extranjero. Hoy en día, acercándome a los 100 países y territorios de la lista del TCC debidamente visitados, algunas cosas que siempre supe instintivamente, se transformaron en lecciones que aprendí durante mis viajes… Lo que más me inspira a dejar la comodidad de casa atrás son las experiencias, porque ellas alimentan mi alma aventurera –la lista del TCC (y mi propia bucket list) pasaron a ser los medios para guiar mi viaje, no un fin en sí mismas.
Difundir la verdad de viajar
La historia de la vida de Claudia es notablemente similar a la mía. Ser ávidas viajeras cambió la forma en que percibimos un destino, y la historia que se debe contar al respecto. Ambas dejamos atrás una carrera académica y redireccionamos nuestras habilidades de investigación para escribir sobre viajes. Ahora ambas blogueamos, aunque desde un punto de vista distinto. Esta es la historia de cómo en una visita a Cuba ella encontró su verdadero llamado:
“Cuba cambió mi vida porque no fue nada de lo que yo había esperado –todo lo contrario, de hecho. Verás, siendo la ávida viajera que soy, antes de mi viaje a Cuba pasé meses leyendo casi todo lo que cayó en mis manos. Si hablaba de Cuba, tenía que estudiarlo. Todos lo hicieron sonar como que viajar a Cuba sería fácil, y los lugareños serían generosos y acogedores.
Mi tiempo en Cuba fue menos que fabuloso. No me malinterpretes, es un país precioso y ahora, unos años más tarde, con mucha más experiencia de viaje, estoy lista para volver. Pero en ese entonces, fue horrible. Mis 23 días fueron un desafío constante para evitar estafas –un desafío que algunas veces me vio tener éxito, pero que otras me vio fallar miserablemente. Fue frustrante. Sentí que no podía confiar en nadie. ¿Dónde estaban los encantadores cubanos de los que todo el mundo hablaba en sus blogs?
Cuba me enseñó que la gente miente, incluso (o especialmente) en internet. Porque nadie realmente quiere decir que han tenido una mala experiencia, y nadie está realmente interesado en leer sobre las malas experiencias de los demás, pero ¿es realmente el caso?
Decidí ser diferente. Tenía que advertir a los demás, decirles la verdad, hacerles saber lo que deben esperar y lo que deben hacer para evitar estafas. Por eso abrí mi blog. Fue sólo un pasatiempo al principio.
Luego de 2 años me di cuenta de que quería hacer un esfuerzo para que funcione. Después de todo, ¿qué tenía que perder? Mi contrato como investigadora en la universidad había expirado y no tenía perspectivas más allá de una serie de trabajos a corto plazo por los que tenía cero interés. Así que le di a bloguear mi corazón y mi alma. Y funcionó. Ahora soy una persona mucho más feliz. Me encanta lo que estoy haciendo. Me levanto por la mañana con una larga lista de cosas pendientes y la leo con una sonrisa en mi cara, lo que no tiene precio.
Cuba cambió mi vida. Y a pesar de toda la frustración que sentí cuando estaba allí, claramente la cambió para mejor”.
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Conocer la vida silvestre para encontrarse a sí mismo
Camilla estaba buscando algo, pero no estaba segura de lo que era. Su corazón la llevó a India, y después de ese viaje su vida nunca sería la misma. Los animales pueden tener diferentes impactos en nuestras vidas, pero para esta ex chef vegana, un enorme gato tenía un especial significado. Esta es su historia:
“Enero de 2017. Esa es la fecha en que llegué por primera vez a India. En ese momento, trabajaba como chef vegana en París. Después de haber asistido a un curso de 4 semanas sobre yoga y Ayurveda, había planeado pasar el mes siguiente explorando este increíble país.
Poco sabía que un encuentro especial cambiaría mi vida para siempre.
Eterna amante de los animales, a lo largo de los años había desarrollado una pasión por el más majestuoso de los grandes gatos: el tigre. El animal rayado de alguna manera me había llamado. Por qué razón y para transmitir qué mensaje, no lo sé, pero a tal llamada difícilmente se puede resistir.
India es el hogar de más del 60% de los tigres salvajes sobrevivientes del mundo. La especie en peligro crítico de extinción está altamente protegida, y el país ha dado a muchos de sus Parques Nacionales el estatus de Reserva de Tigres.
Era hora de que viera al primero en la naturaleza.
Con cero experiencia de safari y muchas horas de investigación, reservé 4 excursiones en Ranthambhore, una de las reservas de tigres más famosas de India.
Siempre recordaré la emoción antes de ese primer viaje en la selva, y nunca olvidaré la angustia al darme cuenta de que encontrar al esquivo gato no es tarea fácil.
Pero de repente, ahí estaba. Glorioso en su feroz abrigo de rayas negras, una mirada asesina y una actitud matadora. Mi primer tigre salvaje.
Ese momento fugaz fue suficiente para hacerme querer más. Me fui a vivir a la India central, el mejor lugar para ver tigres en el mundo, y he visto 103 individuos diferentes. Pero cada vez que veo esos ojos, siento la misma emoción que sentí como una principiante ese día en Ranthambhore”.
Encontrar el amor en un lugar inesperado
Los viajes están llenos de sorpresas. Un desvío espontáneo puede cambiar tu vida para siempre. ¡No lo sabré yo! Una parada rápida y no planeada en Split después de explorar Dubrovnik terminó viéndome cambiar de continente por amor. Una simple recomendación de una ciudad en Filipinas tuvo el mismo efecto para Alya. Esta es la historia del viaje que la llevó a su marido:
“Conocer a mi futuro esposo fue sin duda una de las experiencias de viaje que cambiaron mi vida. Nos conocimos hace 6 años en Filipinas. Había estado viajando sola por el Sudeste Asiático durante un par de meses. Después de completar un curso de buceo en Gili Air Island en Indonesia, no sabía hacia dónde continuar. Estaba buscando un buen lugar para aprender a surfear. Mi instructor de buceo me habló de San Fernando, un pequeño pueblo en la isla de Luzón en Filipinas. Sonaba como el lugar perfecto para mí. Compré un ticket inmediatamente y dos días después llegué a San Fernando.
El hostal en el que me alojé tenía un dormitorio grande con muchas camas. Conocí a muchos viajeros, incluyendo a Campbell. De hecho, teníamos camas vecinas en el dormitorio. Viajaba solo también y nos caímos bien, así que empezamos a ir juntos a la playa, a surfear y salir por la noche. Por casualidad nuestros planes eran muy similares, así que decidimos continuar nuestro viaje juntos.
A ambos nos gusta hacer las mismas cosas, como surfear, bucear y hacer senderismo. Salimos de San Fernando y viajamos juntos por Filipinas durante 2 meses. Desde allí fuimos a Singapur. Pero desafortunadamente yo tenía que volver a casa, mis vacaciones de 4 meses habían terminado. Nos reunimos de nuevo dos meses más tarde en Nepal, ya que ambos teníamos el Campamento Base del Everest en nuestra bucket list. Fue nuestra primera caminata de varios días juntos.
Nos reunimos un par de veces de nuevo en diferentes países. Después de 6 meses decidí dejar mi trabajo y unirme a Campbell en su aventura alrededor del mundo. Tres años más tarde nos casamos y decidimos iniciar un blog de viajes. En los últimos 6 años hemos hecho cientos de caminatas, pasamos un año haciendo dedo por América Latina, recorrimos miles de kilómetros a través de África y caminamos siete rutas del Camino de Santiago.
Ahora no puedo imaginar cómo sería mi vida si no hubiera ido a ese lugar en Filipinas y nunca hubiera conocido a mi marido”.
Dar es mejor que tener
Un viaje al sudeste asiático le dio a la vida de Corritta un nuevo significado. Las posesiones están sobrevaloradas, la verdadera felicidad viene al dar. Ella y su familia dejaron una cómoda vida en Estados Unidos atrás para llenar sus almas mientras hacen del mundo un lugar mejor. Esta es la historia de su recorrido:
“La experiencia que cambió mi vida me llevó a vender nuestra casa, auto y posesiones para partir a un viaje para ver el mundo. Eso puede parecer un poco extremo, pero déjame explicarte. Mi primer viaje internacional fue a Bangkok en 2018. Pensé que este viaje sería una manera de alejarme del estrés en mi vida. Resultó ser una experiencia que me hizo darme cuenta de que estaba sobreviviendo, no viviendo.
Durante nuestra estadía en Bangkok hicimos una excursión por el día a Wildlife Friends Foundation Tailandia. Aprendimos lo cruel que es el turismo animal y cómo nosotros, como turistas, somos cómplices involuntarios. Apoyamos la caza ilegal y la crueldad contra los animales participando en actividades de turismo animal. Esto incluye tomar fotos con grandes gatos o monos y montar elefantes. Cuando hacemos estas cosas, no sólo estamos lastimando a los animales, estamos contribuyendo a que las cosas nunca mejoren. Debo admitir que nunca fui un amante de los animales, pero estar tan cerca en un encuentro personal con elefantes cambió algo dentro de mí. Me hizo querer dar.
Así que, dos años más tarde, con mi pareja y nuestro bebé de un año, decidimos partir con nuestro sabático familiar. Vendimos todo y salimos de San Diego para vivir una vida de servicio. Usaremos este tiempo para dar a los menos afortunados.
Cuando dejé Tailandia mi definición de felicidad cambió. Ya no estaba asociada con posesiones materiales, sino con la calidad de vida que quería vivir. Me di cuenta de que lo que realmente importa es el amor de tu familia. El pueblo tailandés con sus familias era más feliz que la mayoría de los estadounidenses. Así que decidí recuperar una de las cosas más invaluables del mundo, el tiempo. Nunca olvides que todo el dinero del mundo no te puede dar más tiempo”.
Los pequeños cambios pueden hacer del mundo un lugar mejor
Un viaje a Australia generó conciencia sobre el problema del plástico en Simona. Ver cómo las mareas llevaban toneladas de plástico a las costas la hizo cambiar su enfoque al viajar. Desde llevar consigo bolsas y una botella de agua reutilizables, pequeños ajustes la convirtieron en una viajera mucho más responsable. Así comenzó su camino hacia la sostenibilidad:
“La primera vez que me di cuenta de que el plástico era un asunto serio para nuestro planeta fue durante un viaje por carretera en Australia Occidental, hace casi 12 años.
Nos detuvimos en un supermercado en Coral Bay para comprar algunos comestibles y la señora en el mostrador nos dijo que no vendían bolsas para evitar el plástico en el océano y para ayudar con la preservación de las tortugas en peligro de extinción que viven en esa área. Después de una primera reacción de sorpresa, reunimos todas nuestras compras en nuestros brazos y nos fuimos, reflexionando sobre lo que nos habían dicho.
Esta fue sólo una de las muchas experiencias que me hicieron más consciente de mi impacto y me empujaron a adoptar hábitos para vivir y viajar de manera más sostenible. Por ejemplo, después de ese viaje, siempre llevo una bolsa de algodón cuando voy de compras.
Nuestra eco luna de miel en Borneo fue otra experiencia que cambió mi vida y ha fortalecido mi resolución para recurrir a un estilo de vida sin desperdicios. Seleccioné tres proyectos de ecoturismo para visitar. En Asia encontrar agua potable y segura siempre es un desafío, pero viajamos con nuestra botella de agua reutilizable, y elegimos proveedores de servicios dedicados a viajes sostenibles, por lo que, con un poco de esfuerzo, logramos evitar casi por completo el uso de plástico durante nuestro viaje.
Sin embargo, nos asombró seriamente nuestra estadía en la isla de Libaran, donde se puso en marcha un proyecto sostenible y de conservación de tortugas hace 10 años. A pesar de los grandes esfuerzos realizados por el proyecto y la comunidad en la limpieza de las playas y la reutilización creativa de plástico, la costa se llena diariamente con toneladas de plástico procedentes de las mareas. Caminar sobre una alfombra de plástico que casi nos impedía ver la playa debajo fue bastante impactante.
Presenciar este problema global me planteó un sentimiento contrastante de tristeza e ira que pronto se convirtió en determinación: haría todo lo posible para reducir el plástico en nuestras vidas. A veces podemos sentirnos indefensos frente a grandes problemas, pero debemos ser conscientes de que pequeños cambios realmente pueden hacer una gran diferencia.”
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Encontrar felicidad en la simplicidad
Cuando su carrera y sus relaciones personales estaban fallando, Soujanya decidió irse a las montañas. Los Himalayas eran el escenario perfecto para alejarse de todo y encontrar un poco de perspectiva. En un pequeño pueblo descubrió que la tecnología está sobrevalorada, y que lo que cuenta son las conexiones reales. Así es como un viaje a India cambió su forma de ver la vida:
“A mediados de 2019 no estaba bien. Acababa de terminar una relación seria, estaba agotada en mi trabajo, tenía problemas con mi familia, y la creciente sensación de soledad me había arrojado a un pozo de depresión. Durante ese tiempo, giré hacia la única cosa positiva que tenía en mi vida, viajar y bloguear.
Después de un poco de análisis, decidí dejar mi trabajo para viajar. Había ahorrado suficiente dinero para 8-10 meses, así que no lo pensé mucho, ya que sabía que era lo único que me impediría volverme loca.
Lo primero que hice después de dejar mi trabajo fue dirigirme a Los Himalayas en India. Pasé un mes en el valle de Kinnaur y Spiti en el estado de Himachal Pradesh. El distrito de Kinnaur era un soplo de aire fresco. La cordillera cubierta de nieve en la distancia, la exuberante vegetación verde alrededor, la escasa población y la gente amable le hablaron a mi alma.
Había un pueblo llamado Chitkul, que se encuentra en la frontera Indo-Tíbet y no tiene conectividad celular, que me ayudó aún más en mi proceso de curación. Un pueblo remoto con una población de menos de mil personas y sólo un puñado de turistas, sin nada a su alrededor durante muchos kilómetros.
Pasé mis días sentada junto al río, haciendo senderismo a las colinas cercanas y caminando a través de prados. Estar allí rodeada por Los Himalayas, sin ninguna red social debido a la falta de conectividad, y haciendo conexiones reales con los lugareños y con otros viajeros tuvo un efecto mágico en mí. No sólo fue la mejor experiencia de viaje de mi vida, sino que el lugar también sanó mi mente. Regresé más feliz que nunca, con un espíritu renovado, dispuesta a disfrutar de todo lo que la vida tiene para ofrecer”.
Descubrir una versión más valiente de ti mismo
Todos tenemos algo que nos encantaría hacer, pero estamos demasiado asustados para intentarlo. Un viaje a Tailandia le enseñó a Allison que la vida es lo que hacemos de ella. Empujar sus límites no sólo le permitió divertirse, sino que también le dio un nuevo camino, uno en el que puede hacer lo que ama. Esta es su historia, un estímulo para que tú también salgas de tu zona de confort:
“Poco después de graduarme de la universidad, me mudé a un nuevo estado para comenzar un trabajo de tiempo completo. Un día me dieron muchas ganas de viajar. Como no tenía amigos allí, decidí que era la oportunidad perfecta hacer mi primer viaje en solitario. Así que rápidamente empecé a investigar a dónde me gustaría ir.
Nunca había viajado sola antes, especialmente al extranjero, así que decidí reservar en un grupo guiado que iba a escalar rocas en Tailandia. Esto me dio una sensación de seguridad, ya que era nueva en esto de viajar en solitario. Sentí que era una excelente forma de empezar viajar sola y conocer extraños, pero también hacer algo que sonaba muy divertido durante 2 semanas.
Todo el viaje a Tailandia me obligó a salir de tantas zonas de confort, que terminó siendo uno de los grandes puntos de inflexión de mi vida. El tiempo que pasé en Tailandia navegando aeropuertos y taxis sola, conociendo a un grupo de completos desconocidos, y pasando 2 semanas escalando con ellos en partes a menudo remotas del país, terminaron siendo una de las mejores experiencias de mi vida. Hasta este punto siempre me había considerado una persona ‘tímida’ y ‘cautelosa’, pero esta experiencia de viaje me empujó a ser diferente. Me mostró un lado valiente, fuerte y autosuficiente de mí misma que influyó mi vida de maneras dramáticas cuando regresé a casa.
Cuando volví, me dediqué a pasar tanto tiempo como fuera posible al aire libre, ya sea escalando, haciendo senderismo o expediciones… esencialmente haciendo cosas que una vez pensé que no era capaz de hacer o que estaba muy asustada de intentar. Hoy, aproximadamente 6 años más tarde, soy entrenadora de empoderamiento al aire libre y educadora de expediciones.
Mi viaje a Tailandia fue la chispa que necesitaba para hacer ese cambio. Me mostró que era posible. No sé si fueron las personas que conocí, las experiencias que tuve, o la belleza de viajar en Tailandia – probablemente una mezcla de todo– pero sea lo que sea, cambió la trayectoria de mi vida, y siempre tendré a Tailandia (y a todas las personas que conocí) en un lugar especial en mi corazón”.
Un salto hacia una nueva vida
Visitar un nuevo lugar después de un viaje de negocios no es nada fuera de lo común. Para la mayoría de la gente. Para Derek y Mike fue literalmente un cambio de vida. Después de un rápido viaje a Copenhague, empacaron y comenzaron un nuevo capítulo de sus vidas como extranjeros en un continente diferente. Esta es la historia de su viaje:
“En noviembre de 2016 tuvimos una experiencia de viaje que nos cambió la vida en Copenhague, Dinamarca. A mi pareja, Mike, le pidieron que hiciera un viaje de negocios a la ciudad para ayudar con un proyecto. Su empresa había adquirido recientemente otra compañía en Dinamarca, y él debía ayudar con la integración. Voló allí desde nuestra ciudad natal, Filadelfia, con sólo unos días de anticipación, y en su primer día en la oficina le preguntaron si se podía quedar unas semanas más. Aceptó, pero pidió tiempo libre durante el Día de Acción de Gracias estadounidense para que yo pudiera volar a Dinamarca y aprovechar la oportunidad de disfrutar de un viaje barato a Europa con alojamiento sin costo y algunas comidas pagadas por la empresa.
Nos encantó recorrer una ciudad que no teníamos en nuestra bucket list antes de que se diera esta oportunidad. Hicimos algunos tours, visitamos los mercados de Navidad, y cenamos en diferentes restaurantes. En uno de ellos probamos la tradicional comida navideña danesa. Disfruté de Copenhague durante 5 días y Mike permaneció allí para trabajar hasta finales de noviembre.
En su última noche en Dinamarca, cenó en casa de su jefe. Compartieron una comida con mucho vino y Mike me llamó cuando regresó a su hotel. Podía oír la emoción en su voz. Me preguntó si me había gustado Copenhague, lo que parecía extraño porque él sabía que disfruté el viaje. Luego me preguntó si me gustaba lo suficiente para mudarme allí, porque en esa última noche, su jefe preguntó si tomaríamos una asignación en Dinamarca.
No dudamos en aceptar y nuestra vida en el extranjero comenzó casi de inmediato. ¡Ese viaje inesperado a Copenhague fue sin duda un cambio de vida!”
Aprender a apreciar plenamente lo que tienes al frente
No importa cuánto hayas viajado, hay lugares que sacarán lo mejor de ti. No importa cuánto haya aún por ver, algunos lugares te dejarán sin aliento y permanecerán para siempre en tu corazón. Un viaje a la Antártica transformó a Wendy en estudiante. Adquirió toda la información que pudo para absorber plenamente la belleza que estaba a punto de presenciar. Y ahora ella está deseando volver. Esta es su historia:
“Antes de mi crucero de Ushuaia a la Antártica, ya había viajado bastante. Había visitado unos 75 países y había visto un montón de belleza natural. Pero todo eso palidezó en comparación con el Continente Blanco. El glaciar Perito Moreno en Argentina me había hipnotizado pocos días antes, pero ahora estaba viendo docenas, incluso cientos, de glaciares blancos brillantes prácticamente dondequiera que mirase. Estos paisajes eran tan diferentes de cualquier cosa que había visto que sentía que había viajado a otro planeta.
Cuando el clima estaba malo, y durante los largos días al cruzar el Pasaje Drake entre Tierra del Fuego y la Antártica, absorbía todo el conocimiento que podía sobre esta tierra cubierta de nieve y hielo. Nuestro barco, el MV Ushuaia, estaba tripulado por un equipo completo de científicos y profesores que eran expertos en una serie de temas relevantes, desde la geología hasta la ornitología. Cuando estábamos en alta mar sin nada que hacer, estos expertos daban conferencias sobre la flora, fauna, historia y geología de la Antártica, y asistí a cada una de ellas.
Cuando nos detuvimos en la base británica en Port Lockroy en Goudier Island, bombardeé al personal con preguntas sobre cómo yo también podría ir a vivir y trabajar en la isla. Aunque ese sueño nunca se materializó, mis recuerdos de la Antártica siguen estando vivos en mi mente 11 años después, y todavía sueño con regresar un día.
Un viaje tan caro sería normalmente EL viaje de la vida, no un destino para regresar. Pero si estás dispuesto a probar tu suerte, ofertas de última hora con grandes descuentos se pueden encontrar en el puerto de Ushuaia un día o dos antes de la salida. En los últimos años, estos enormes descuentos se han convertido en pocos y distantes entre sí, ya que la mayoría de los barcos se llenan con meses de antelación. ¡Pero todavía estoy pensando en un viaje de regreso a la Antártica para un poco más de aventura!”
¡No importa a dónde vayas, cada lugar del mundo tiene el potencial de cambiar tu vida! ¡Cuéntame en los comentarios si has tenido alguna experiencia de viaje que te cambió la vida!
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Viajar es aprender, viajar es una forma de disfrutar la vida, viajar es es de las experiencias que nos ayudan a aprender y crecer como personas.
¡Sabias palabras!
Me gusta tu articulo.Muy lindas historias que definitivamente inspiran a viajar mas y mas. Muchas gracias por compartirlo!
¡Awww! Esa era exactamente la idea de este post 🥰
Que historias más bellas! Me han llenado de inspiración y ganas de viajar. Muchas gracias por compartirlas!
¡Me alegra que te hayan inspirado a viajar, Dani! Ojalá se den las condiciones para hacerlo pronto 🙂